
02 maig la manada
Su cuerpo ya no le pertenece. Ha sido arrojado al despropósito de los objetos inanimados, un bote de plástico, una silla de madera, un zapato de piel, una muñeca de trapo. Trapo. Así siente su lengua, sus labios a quemazón. Llagas y heridas, un dolor nauseabundo y hundido hacia dentro, una herida abierta.
Le han regalado la vida cuando podían arrebatársela y, sin embargo, no la siente, no sabe si la quiere, no sabe qué hacer con ella. ¿Qué se hace con una vida que duele?
“No la creen.”
Retales fugaces que la asaltan de día y de noche. El yo paralizado por la dimensión de algo que jamás creyó que pudiera suceder. ¿Cómo cabe tanta maldad en un cuerpo? Un no que engrandece, la noquea y la bloquea por dentro, sin poder decir, gritar, doblar el cuerpo, expulsar la rabia, contener el hervor. Sin embargo ese no estaba allí, brillante, real, pragmático. Y ella no era de trapo.
“Sí que la creen. “
No está sola aunque la soledad la impregne toda. Hay algo en ese portal que se perdió, la dignidad rota y recompuesta a pedazos, el dolor que cesa en su ser, la inocencia, esa ya no se recupera.
Quiere dejar de ser de trapo. Volver a sentir el silencio. Ser ella otra vez. La que fue, la que ya no será y la que puede llegar a ser.
*foto de Simon Matzinger
Eugènia
Posted at 16:47h, 02 maigNo hi ha paraules per tanta ignomínia!
Antoni Massague
Posted at 11:46h, 31 maigDones com tu encapçalen la lluita
Per desgracia en la societat en que vivim encara o queda molt per fer . Sempre al vostre costat
Marga
Posted at 08:59h, 17 agostDesgracias como esta marcan un antes y un después, aún quedando tanto recorrido algo deberíamos avanzar con tanta movilización, tan evidente…. mi pobre muñeca de trapo, como te entiendo.