04 jul. el peso de tu ausencia

Si decirte adiós es verte partir, prefiero no decirte. Ni decirme. Borrarte como se borra una marca en la pared recién pintada. Aunque la nuestra ya no tiene nada de recién y mucho de pintada. Ahora es mi pared, no la nuestra. Y se me cae encima, como el alma. El peso de tu ausencia me aplastará.

Si decirte adiós es saberte vivo y feliz, prefiero verte muerto. Pero eso no lo digo. Hay cosas que no pueden decirse aunque se piensen. Soy víctima, no verdugo.

“El peso de tu ausencia me aplastará.”

Sin tus palabras, sin tus cosas, sin tus miradas, ni tus silencios, ni tus risas, ni tus caricias o tus enfados, todo ese peso de lo que ya no es. Una ausencia.

La nada no es. Lo que no es no se dice, ni se siente, ni se borra. Y sin embargo, ese tuyo no ser me agujerea, me retiene, me ahoga.

No te dije adiós porque decírtelo era verte partir, con la maleta de piel marrón cargada hasta los topes y el brillo de tus ojos proyectado hacia fuera, mientras dentro, todo es oscuro. Con esos recuerdos que me persiguen y me torturan, no puedo dejarte ir. Ni aligerar el peso de tu ausencia.

*Foto: Jacalyn Beales